MARIHUANA ,,buena vibra

Los beneficios terapéuticos que pueden obtenerse de algunas sustancias de la planta de marihuana son cada vez más difundidos y, probablemente, se vayan sumando nuevas aplicaciones en los próximos años, dado el gran número de investigaciones que buscan resultados en esa dirección. Pero, en este marco, también se multiplican las confusiones respecto a las simulitudes y diferencias entre el cannabis medicinal y el porro, es decir, la marihuana fumada. Entender el tema es fundamental para que lo bueno sirva y, lo demás, se tome con el cuidado y el respecto que merecen las drogas legales y ilegales.
Lo primero que tienen en común el porro y los distintos productos derivados de la marihuana y usados con fines terapéuticos es su origen: la planta cannabis sativa. Los dos provienen del mismo vegetal. Es muy similar a lo que ocurre con la planta de amapola y sus diferentes usos: la morfina, utilizado como analgesia para dolores muy fuertes, y el opio, fumado como sustancia psicoactiva.

Para aclarar las dudas, Buena Vibra consultó a uno de los toxicólogos más importantes y prestigiosos del país, el doctor Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, presidente de Fundatox y profesor de la Universidad de Buenos Aires.

Diferencia entre marihuana medicinal y porro

“La planta de marihuana tiene alrededor de 400 principios activos. De estas 400 sustancias, alrededor de 80 son sustancias psicoactivas, que son casi todas cannabinoides. Estas sustancias químicas son las que generan el efecto euforizante, placentero, hilarante que tiene el fumar marihuana. Dentro de estos 80 cannabinoides, hay uno, que es el cannabidiol, que es una sustancia química que prácticamente no tiene efectos psicoactivos -es decir, que casi no tiene efectos sobre el sistema nervioso o sobre la esfera psíquica de la persona-, y es el que es capaz de generar algún efecto terapéutico bueno, positivo, en algunas enfermedades, como por ejemplo algún tipo de epilepsia refratactaria a otros tratamientos”, explica Damin. “Es el cannabidiol el que puede potenciar la analgesia de otros analgésicos en dolores crónicos, y el que se está estudiando para otros tipos de enfermedades como la fibromialgia, la polimiositis, etc. Eso se está estudiando”.

Hasta ahí, la marihuana y sus usos medicinales, un mundo en investigación y expansión. Pero fumar porro es otra cosa. “El resto de los canabinoides, como los llamados THC (o tetrahidrocannabinoles), son los que generan los efectos psicoactivos que tiene el porro y no tienen ningún beneficio terapéutico ni medicinal. Por eso está más que claro que fumar marihuana no tiene absolutamente ningún efecto positivo. Es decir: el porro no pero la planta de cannabis sí puede tenerlo si se aisla el cannabidiol. Esa sustancia ya se está utilizando en algunas enfermedades y en otras se está estudiando o analizando”.
El doctor Damín repasa la historia de la morfina y describe un paralelismo que ilustra muy bien el panorama. “Algo parecido pasó con la morfina. Es uno de los principios activos de la planta de amapola, junto con la codeína, y en la China los orientales fumaban y fuman mucho opio. Pero fumar opio no genera ningún efecto analgésico ni tiene bondades terapéuticas, y, en cambio, si vos aislas la morfina de la planta de opio, su producto es una bendición si tenés un dolor agudo y necesitás una analgesia potente”.

Los efectos del porro: la marihuana fumada

El doctor Damín es por demás de contundente: “fumar marihuana no tiene ningún efecto benéfico sobre la salud”. Es más: en una nota anterior con Buena Vibra, dio precisiones muy claras sobre qué produce fumar marihuana, sus efectos en el cerebro y otros órganos, capacidad de generar o no adicción, su consumo en la adolescencia, su combinación con alcohol, sus riesgos para la salud, el uso recreativo, el uso crónico y otras cuestiones (6 aclaraciones sobre la marihuana: responde un experto).

Es importante no naturalizar el consumo de marihuana entre los jóvenes, porque, en Argentina, su uso creció un 300% entre los adolescentes en los últimos 7 años. Es más: aumentó el consumo de marihuana en edad escolar, algo muy riesgoso en múltiples planos. Fumar porro y tomar alcohol, explica Damín, potencia los efectos de ambas sustancias y los efectos en el cerebro y en la conducta son muy peligrosos, entre los más jóvenes sobre todo.
Según Damín, la sociedad se debe un debate urgente respecto al abuso de sustancias legales e ilegales. La droga más preocupante es el alcohol, que no sólo se consume cada vez más sino de maneras muy riesgosas y a edades más tempranas.
Respecto a la legalización o no de la marihuana en el país, Damín es claro: “Yo no hablo de legalizar sino de regular la marihuana en el país. Legalizar como lo hicieron algunos estados norteamericanos u Holanda no me parece piola, no ayudó. Yo me inclino más por el formato uruguayo de regulación, y creo que esa decisión debe estar acompañada de una fuerte prevención. Creo que faltan campañas de concientización, que el Estado asuma el rol de educar y prevenir, informando riesgos y aclarando por qué es nocivo el consumo de sustancias. Si vos permitís la venta pero en ningún lado decís que es dañino consumirla, es un pésimo escenario. Pero si, como Estado, tenés un rol fuertemente activo, haciendo buenas campañas de prevención, mostrando lo nocivo que es fumar marihuana y tratando de promocionar hábitos saludables, menos gente va a elegir fumar. No necesitás prohibir. Si educás, reducís la demanda. Creo que es por ahí”.

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