OMEGA 3 Y CIRROSIS
El ácido omega 3 podría detener la progresión a la cirrosis
Los hallazgos, publicados en 'Plos One', se basaron en un estudio realizado con animales de laboratorio. Podrían ser significativos, según los científicos ya que millones de personas en el mundo desarrollado intentan, y fracasan, a la hora de mantener una pérdida de peso o comer una dieta óptima.
Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias
Fecha de publicació: 16/05/2017, 10:39 h | (29) veces leída
Fecha de publicació: 16/05/2017, 10:39 h | (29) veces leída
Un nuevo estudio sugiere que un tipo de ácido graso omega 3 ofrece a las personas que son obesas o tienen una dieta pobre la oportunidad de evitar daños graves al hígado. Esto es algo que ningún fármaco disponible puede lograr y que sólo puede conseguirse mediante la pérdida de peso significativa basada en una dieta muy saludable, según investigadores de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos.
Los hallazgos, publicados en 'Plos One', se basaron en un estudio realizado con animales de laboratorio. Podrían ser significativos, según los científicos ya que millones de personas en el mundo desarrollado intentan, y fracasan, a la hora de mantener una pérdida de peso o comer una dieta óptima.
Se demostró que los suplementos de DHA, uno de los ácidos grasos omega 3 más críticamente importantes, detienen la progresión de la esteatohepatitis no alcohólica, (NASH, por sus siglas en inglés) en problemas de salud más graves y potencialmente mortales como la cirrosis o el cáncer de hígado. Esto ocurrió incluso con el consumo continuo en animales de laboratorio de lo que los científicos llaman una dieta "occidental", que es alta en grasa, azúcar y colesterol.
NASH, que se caracteriza por la inflamación del hígado, el estrés oxidativo y la fibrosis, es un factor de riesgo importante para la cirrosis y el cáncer de hígado. Se prevé que sea la principal causa de trasplantes de hígado en 2020 y la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) actualmente no tiene tratamientos médicos aprobados para ello.
Por culpa en gran parte del consumo de la "dieta occidental", casi 80 millones de adultos y 13 millones de niños en Estados Unidos son obesos, y se estima que alrededor del 30 por ciento de la población de la nación tenga alguna forma de enfermedad hepática grasa crónica.
"Teniendo en cuenta que no hay formas aprobadas por la FDA para detener la progresión de la NASH, aparte de la terapia de pérdida de peso, este suplemento puede ser de ayuda significativa", subraya uno de los autores, Donald Jump, profesor de la Escuela de Salud Pública y Ciencias Humanas de la Universidad de Orgeón y principal investigador del Instituto Linus Pauling.
LA ESTEATOHEPATITIS NO ALCOHÓLICA SE DETIENE, PERO NO SE REVIERTE
"En el marco de tiempo que estudiamos, la suplementación de DHA no fue capaz de lograr la remisión completa de la NASH, pero consiguió detener su empeoramiento. La NASH es una enfermedad grave con un enorme costo de la atención sanitaria, por lo que tenemos que ponerle frenos. Hay evidencia clara de que esto podría ayudar", agrega.
Durante el periodo de estudio de diez años, la cirrosis y las muertes relacionadas con el hígado ocurrieron en el 20 por ciento y el 12 por ciento de los pacientes con HNA, respectivamente. La investigación también ha demostrado que cuando los seres humanos con NASH analizados presentan niveles muy bajos de ácidos grasos omega 3, pero que cuando esos niveles se elevan, la progresión de la enfermedad se detiene.
Los ácidos grasos omega 3 regulan importantes vías biológicas, incluyendo la síntesis de ácidos grasos, la oxidación y la descomposición de los triglicéridos o grasas en la sangre. Un nutriente natural, el DHA parece ser uno de los más significativos de los ácidos grasos omega 3 y juega un papel en la reparación del daño hepático.
Los niveles más altos de DHA se encuentran en los pescados aceitosos tales como los salmones, la caballa, el atún y las sardinas y en mucho menos en algunos alimentos como aves de corral, hígado, yemas de huevo, y algunos tipos de algas. El DHA también se está incluyendo cada vez más en algunas fórmulas prenatales de vitaminas y minerales debido a los estudios que demuestran su importancia crítica para un feto en desarrollo.
El enfoque médico actual de la NASH se basa en el manejo del estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio. Si se realiza con éxito y de manera continua, la investigación indica que estos enfoques pueden revertir completamente el daño hepático, pero en este estudio los investigadores señalaron que "este tratamiento, aunque es ideal para el uso clínico, es probable que no sea sostenible en los pacientes con NASH debido a un cumplimiento deficiente".
Por otro lado, los autores de este trabajo no vieron que EPA, otro valioso ácido graso omega 3, redujera la grasa del hígado y la fibrosis en los seres humanos, como apunta Jump, probablemente debido a la pobre conversión en los seres humanos de EPA a DHA.
Un nuevo estudio sugiere que un tipo de ácido graso omega 3 ofrece a las personas que son obesas o tienen una dieta pobre la oportunidad de evitar daños graves al hígado. Esto es algo que ningún fármaco disponible puede lograr y que sólo puede conseguirse mediante la pérdida de peso significativa basada en una dieta muy saludable, según investigadores de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos.Los hallazgos, publicados en 'Plos One', se basaron en un estudio realizado con animales de laboratorio. Podrían ser significativos, según los científicos ya que millones de personas en el mundo desarrollado intentan, y fracasan, a la hora de mantener una pérdida de peso o comer una dieta óptima.
Se demostró que los suplementos de DHA, uno de los ácidos grasos omega 3 más críticamente importantes, detienen la progresión de la esteatohepatitis no alcohólica, (NASH, por sus siglas en inglés) en problemas de salud más graves y potencialmente mortales como la cirrosis o el cáncer de hígado. Esto ocurrió incluso con el consumo continuo en animales de laboratorio de lo que los científicos llaman una dieta "occidental", que es alta en grasa, azúcar y colesterol.
NASH, que se caracteriza por la inflamación del hígado, el estrés oxidativo y la fibrosis, es un factor de riesgo importante para la cirrosis y el cáncer de hígado. Se prevé que sea la principal causa de trasplantes de hígado en 2020 y la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) actualmente no tiene tratamientos médicos aprobados para ello.
Por culpa en gran parte del consumo de la "dieta occidental", casi 80 millones de adultos y 13 millones de niños en Estados Unidos son obesos, y se estima que alrededor del 30 por ciento de la población de la nación tenga alguna forma de enfermedad hepática grasa crónica.
"Teniendo en cuenta que no hay formas aprobadas por la FDA para detener la progresión de la NASH, aparte de la terapia de pérdida de peso, este suplemento puede ser de ayuda significativa", subraya uno de los autores, Donald Jump, profesor de la Escuela de Salud Pública y Ciencias Humanas de la Universidad de Orgeón y principal investigador del Instituto Linus Pauling.
LA ESTEATOHEPATITIS NO ALCOHÓLICA SE DETIENE, PERO NO SE REVIERTE
"En el marco de tiempo que estudiamos, la suplementación de DHA no fue capaz de lograr la remisión completa de la NASH, pero consiguió detener su empeoramiento. La NASH es una enfermedad grave con un enorme costo de la atención sanitaria, por lo que tenemos que ponerle frenos. Hay evidencia clara de que esto podría ayudar", agrega.
Durante el periodo de estudio de diez años, la cirrosis y las muertes relacionadas con el hígado ocurrieron en el 20 por ciento y el 12 por ciento de los pacientes con HNA, respectivamente. La investigación también ha demostrado que cuando los seres humanos con NASH analizados presentan niveles muy bajos de ácidos grasos omega 3, pero que cuando esos niveles se elevan, la progresión de la enfermedad se detiene.
Los ácidos grasos omega 3 regulan importantes vías biológicas, incluyendo la síntesis de ácidos grasos, la oxidación y la descomposición de los triglicéridos o grasas en la sangre. Un nutriente natural, el DHA parece ser uno de los más significativos de los ácidos grasos omega 3 y juega un papel en la reparación del daño hepático.
Los niveles más altos de DHA se encuentran en los pescados aceitosos tales como los salmones, la caballa, el atún y las sardinas y en mucho menos en algunos alimentos como aves de corral, hígado, yemas de huevo, y algunos tipos de algas. El DHA también se está incluyendo cada vez más en algunas fórmulas prenatales de vitaminas y minerales debido a los estudios que demuestran su importancia crítica para un feto en desarrollo.
El enfoque médico actual de la NASH se basa en el manejo del estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio. Si se realiza con éxito y de manera continua, la investigación indica que estos enfoques pueden revertir completamente el daño hepático, pero en este estudio los investigadores señalaron que "este tratamiento, aunque es ideal para el uso clínico, es probable que no sea sostenible en los pacientes con NASH debido a un cumplimiento deficiente".
Por otro lado, los autores de este trabajo no vieron que EPA, otro valioso ácido graso omega 3, redujera la grasa del hígado y la fibrosis en los seres humanos, como apunta Jump, probablemente debido a la pobre conversión en los seres humanos de EPA a DHA.
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