DIABETES
En anteriores entradas del blog dedicadas a la diabetes del adulto como epidemia del siglo XXI, hemos revisado el concepto y los tipos de diabetes, las causas de su creciente prevalencia en la sociedad actual, así como los síntomas y las complicaciones que pueden presentar las personas que padezcan este proceso.
En esta quinta y última entrada valoraremos las acciones a realizar para evitar o retrasar el debut de la enfermedad, así como las medidas a tomar para disminuir los síntomas y el desarrollo de complicaciones una vez instaurada ésta.
La diabetes del adulto o tipo 2 se puede prevenir o, al menos, retrasar su aparición evitando el sobrepeso mediante una alimentación equilibrada (aumento del consumo de frutas y verduras y disminución del consumo de grasas), y realizando ejercicio físico regular (caminar media hora todos los días).
El tratamiento de la enfermedad una vez instaurada se fundamenta igualmente en cambios en el estilo de vida (alimentación saludable, ejercicio físico regular y abandono de hábitos tóxicos) de obligatoria observación para todos los pacientes y, según los casos, con el uso de fármacos orales (pastillas) o inyectados (insulina y otros).
La alimentación del paciente con diabetes es similar a la de cualquier persona pero evitando comidas copiosas, repartiendo los alimentos a lo largo del día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena).
Debe ser equilibrada y variada, incluyendo a diario: verduras, frutas, hidratos de carbono (pan, pasta, legumbres), lácteos desnatados (leche, yogur, queso fresco), proteínas (pescado, carne, huevos), aceite de oliva y abundante agua.
La preparación de los alimentos ha de ser sencilla: a la plancha, cocidos o al vapor; evitando guisos y salsas.
Para endulzar se utilizarán edulcorantes (sacarina, aspartamo, ciclamato).
La actividad física debe adaptarse a la edad, capacidad, gustos y posibilidades de cada persona.
El ejercicio físico mejora nuestra salud, a la vez que nos hace sentir mejor y contribuye al control de la diabetes y a la prevención de sus complicaciones.
Está demostrado el beneficio para la salud de caminar 30 minutos diarios. El ejercicio intenso pudiera ser perjudicial para personas no entrenadas o por contraindicación por otras enfermedades.
El ejercicio más recomendable para personas con diabetes del adulto es aeróbico (de baja intensidad y larga duración): caminar, nadar, bici, etc, evitando competir y aumentando progresivamente su intensidad y duración.
Respecto al tratamiento medicamentoso, hoy día contamos con una gran variedad de medicamentos para indicar en la diabetes del adulto, que actúan a diferentes niveles de nuestro organismo y de los diferentes mecanismos metabólicos que contribuyen a la aparición de ésta enfermedad.
En resumen, los pilares fundamentales para la prevención y para el tratamiento de la diabetes del adulto son la alimentación saludable y equilibrada, el ejercicio físico aeróbico regular y el abandono de hábitos tóxicos. En algunos pacientes será necesario, además, la utilización de medicamentos de los que hoy día disponemos de un amplio y variado arsenal.
Enlaces de interés:
· http://www.redgdps.org/index.php?idregistro=448
· http://www.fisterra.com/salud/1infoConse/diabetes_mellitus.asp
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