NERVIOS EN EXAMEN
Los nervios de los escolares
Dª. Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga, Especialista en Infancia y Adolescencia.
Hay diversas circunstancias en la vida escolar de nuestros hijos que producen nervios, como la relación de competitividad con los demás compañeros o el tener que estar continuamente demostrando su valía y sus conocimientos, que les provocan una situación de nerviosismo y estrés. El momento más crítico es cuando llegan los exámenes porque en un periodo muy corto de tiempo tienen que justificar el esfuerzo y el trabajo de meses.
Cuando el escolar centra todos sus esfuerzos en las vísperas y en las horas anteriores al examen, la situación de ansiedad y estrés se acrecientan. Por otro lado, si el estudio se realiza durante un periodo más largo de tiempo y las horas anteriores al examen se pueden vivir de una manera más relajada, se tendrá un mejor predisposición para afrontar el examen. No obstante, es inevitable que en los momentos previos surjan nervios y una cierta ansiedad o estrés. Ahora bien, si el estudiante desarrolla un estado de nerviosismo muy exagerado puede afectarle negativamente en los resultados del examen.
Existe un nerviosismo normal ante cualquier situación importante de la vida. Este sentimiento no es negativo, ya que denota una cierta responsabilidad y, además, tener cierta tensión es beneficioso para afrontar una prueba. Un exceso de relajación nos puede jugar malas pasadas. El problema aparece cuando es excesivo y el estudiante es incapaz de centrarse en el estudio o mantiene una actitud negativa ante el examen. En este caso, se produce una merma en el rendimiento.
Un estado de estrés o nerviosismo excesivo provoca una merma en el rendimiento del estudiante.
Causas que originan nerviosismo en el colegio
Existen varias causas que provocan la existencia continua de un estado de estrés y nerviosismo de un niño en el colegio:- Con frecuencia, la causa de su nerviosismo se debe a problemas o conflictos con sus propios compañeros o, incluso, con su profesor. Esto puede provocarle un serio rechazo hacia el colegio. Es importante hablar con él y averiguar qué problemas tiene en el colegio, puede que el pequeño tenga motivo para ponerse nervioso o para no desear ir al colegio. Si fuese necesario, los padres tendrán que intervenir. En caso de de que no haya un motivo aparente, habrá que hablar con el y ayudarle a solucionar sus miedos y su estado de nerviosismo.
- Otras veces, los nervios son la consecuencia de no estar entendiendo lo que el profesor explica en clase o de ir retrasado con respecto al resto de sus compañeros. No saber hacer divisiones cuando a los demás compañeros les salen con facilidad.
- Un bajo nivel de autoestima, un historial de fracasos como estudiante o una personalidad excesivamente perfeccionista.
- Ante situaciones nuevas los niños se sienten nerviosos e inquietos. Por ello, los primeros días de colegios, tras las vacaciones, el niño necesita especial ayuda y paciencia de un adulto para tratar de controlar sus nervios.
- Un exceso de competitividad en el contexto educativo provoca que los escolares vean a sus compañeros como rivales e impide que haya en la clase un ambiente relajado y positivo.
- Unos padres excesivamente rígidos o que exijan a su hijo un rendimiento por encima de sus posibilidades hacen que el escolar viva en una continua situación de estrés.
Qué podemos hacer ante los nervios de los escolares
- Ayudar al niño a identificar qué le causa ese nerviosismo y en qué situaciones se encuentra más relajado o tranquilo. Cuando se haya logrado identificar, tendremos que ayudarle a definir sus sentimientos ante esa situación que le produce tanto nerviosismo y averiguar por qué ocurre.
- Apartarlo de las cosas y situaciones que le provocan nerviosismo y tratar de que llegue al colegio lo más relajado posible. A veces, el estrés que experimentan los niños es consecuencia de problemas en el hogar: problemas familiares, gritos, malas formas, etc.
- Enseñar al niño a reaccionar de forma diferente ante las situaciones que le producen estrés, mostrándole pautas de comportamiento y técnicas sencillas de relajación, por ejemplo, respirar profunda y lentamente en los momentos en que empieza a ponerse excesivamente nervioso. Esto es muy positivo sobre todo momentos antes de un examen o cuando el profesor está preguntando en clase.
- Transmitirle confianza y seguridad y mostrarle que confiamos en que será capaz de controlar sus nervios.
Los nervios ante un examen
Los exámenes provocan gran nerviosismo y estrés en los escolares, ya que en poco tiempo han de poner a prueba su trabajo y esfuerzo. Un nerviosismo excesivo puede provocar una merma en el rendimiento del estudiante. Los momentos previos al examen es cuando el niño se encuentra más nervioso. Sin embargo, si lleva bien preparado el examen no tiene nada que temer. Tener una actitud positiva y de confianza en uno mismo es la mejor manera de afrontar un examen.Cuando el escolar centra todos sus esfuerzos en las vísperas y en las horas anteriores al examen, la situación de ansiedad y estrés se acrecientan. Por otro lado, si el estudio se realiza durante un periodo más largo de tiempo y las horas anteriores al examen se pueden vivir de una manera más relajada, se tendrá un mejor predisposición para afrontar el examen. No obstante, es inevitable que en los momentos previos surjan nervios y una cierta ansiedad o estrés. Ahora bien, si el estudiante desarrolla un estado de nerviosismo muy exagerado puede afectarle negativamente en los resultados del examen.
Existe un nerviosismo normal ante cualquier situación importante de la vida. Este sentimiento no es negativo, ya que denota una cierta responsabilidad y, además, tener cierta tensión es beneficioso para afrontar una prueba. Un exceso de relajación nos puede jugar malas pasadas. El problema aparece cuando es excesivo y el estudiante es incapaz de centrarse en el estudio o mantiene una actitud negativa ante el examen. En este caso, se produce una merma en el rendimiento.
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