RETO MUNDIAL DE COCA COLA

 

5 Septiembre 2017

Gabriela Gottau @gabygottau

Los azúcares añadidos son el enemigo número uno de nuestra salud en la actualidad y en la dieta española los derivados de las bebidas representan la mayoría, por ello, no son pocas las campañas que incentivan al consumidor a buscar alternativas sin azúcar en su composición.
Aunque esta no es la causa declarada por Coca Cola, en el intento de alcanzar su promesa de reducir el contenido de azúcar de sus productos en los próximos años ha lanzado un reto mundial ofreciendo un millón de dólares a quien descubra un nuevo edulcorante natural.

El nuevo edulcorante

Ante la caída de las ventas de la Coca Cola tradicional se han aumentado aquellas versiones "sin azúcar" edulcoradas con otras alternativas diferentes del azúcar:

En un contexto de creciente presión sobre las bebidas carbonatadas, la empresa explicó que las ventas de este tipo de productos crecieron apenas un 0,5% en el último ejercicio y las marcas de Coca-Cola en sus distintas variedades cayeron un 1%, mientras que Coca-Cola Zero Azúcar se disparó un 10%.

Muchos refrescos "light" o "Zero" contienen mínimas partes de sacarosa en su composición o edulcorantes que no resultan confiables para los consumidores como es el aspartamo, por ejemplo.
Quizá por eso, Coca Cola muestra un gran interés por una nueva alternativa para endulzar sus productos, que le permita reducir efectivamente o eliminar el azúcar de los mismos sin sufrir las consecuencias de la "mala fama" justificada que tienen estos componentes debido a las consecuencias que pueden ocasionar en nuestra salud.

Así, el desafío invita a descubrir un nuevo endulzante, de origen natural, saludable, y bajo en calorías. Según las bases del concurso, no se admite que la composición del nuevo edulcorante contenga Stevia o Lo Han Guo (fruta del monje, originaria de China y dulce) ni cualquier otra planta o especie protegida.
Deben ser plantas terrestres y no algas marinas. También piden que no se experimente con diferentes hierbas o vegetales para alcanzar el objetivo y así, obtener 1.000.000 de dólares que es el premio que ofrece Coca Cola al ganador del desafío.

¿Y los refrescos sin azúcar de la actualidad?

Si actualmente existen alternativas sin azúcar ofrecidas por Coca Cola y otras compañías de refrescos, ¿por qué buscan con tanto interés un endulzante que les permita prescindir del azúcar?
Aunque la respuesta no es certera, es esperable una reacción similar a la que ahora reciben los refrescos azucarados para las alternativas "light" o "zero", ya que en el caso de los primeros aun se conservan cantidades de sacarosa, muchas veces mezcladas con otros endulzantes y en las alternativas "zero" se utilizan edulcorantes artificiales polémicos como sucede con la Coca Cola "sin azúcar" lanzada en México este año.
Además, los consumidores nos hemos vuelto cada vez más críticos ante estos productos (algo muy positivo por cierto), y sabemos que aun una Coca Cola sin azúcar no es buena opción para consumir como bebida habitual en reemplazo del agua.

Aun una Coca Cola sin azúcar no es buena opción para consumir como bebida habitual en reemplazo del agua

Los refrescos sin azúcar aun tienen cafeína, teobromina u otras sustancias estimulantes con poder adictivo, así como también, elevadas proporciones de sodio, carbonatos y fósforo en grandes cantidades que pueden perjudicar la salud. Por ejemplo, impidiendo la absorción del calcio, incentivando un ph ácido en la boca y fomentando el desarrollo de caries así como daños en el esmalte dental, problemas renales y otros que los vuelve poco recomendables para un consumo diario.
Como si fuera poco, también se han vinculado a mayor grasa abdominal y riesgo de diabetes, por lo tanto, es claro que la vida de estos productos así como los ingresos que generan su venta son poco seguros a largo plazo. Quizá por ello también se visualiza una pizca de desesperación en el reto mundial de Coca Cola que ofrece un millón de dólares a quien descubra un nuevo edulcorante natural, saludable y bajo en calorías.
Bibliografía consultada | Journal of de American Geriatrics Society, Volume 63, Issue 4, April 2015, Pages 708–715