PROBIOTICOS
Posted: 22 Apr 2017 10:00 PM PDT
¿Qué son los probióticos? Los probióticos son organismos diminutos que existen en el tracto gastrointestinal sano del ser humano.
Los probióticos fueron reconocidos por primera vez cuando un microbiólogo ruso ganador del Premio Nobel viajó a Bulgaria y observó que las personas bebían leche fermentada y vivían vidas más largas y saludables. Durante miles de años muchas culturas comían alimentos fermentados antes de la aparición de los refrigeradores como una forma segura de almacenar y consumir alimentos. Los alimentos fermentados son ricos en bacterias benéficas que nuestros cuerpos necesitan para funcionar saludablemente.
Estos probióticos son las bacterias buenas que viven en nuestros sistemas digestivos. Este revestimiento del tracto intestinal en nuestros cuerpos es la clave para una salud óptima. Las colonias de bacterias saludables ayudan a descomponer los alimentos que comemos, a fabricar y metabolizar las vitaminas y otros nutrientes vitales, y filtrar los desechos. Pero nuestros organismos intestinales son aún más complejos.
El estado general de salud de todo el cuerpo, incluyendo la salud mental, depende de la capacidad de nuestro sistema digestivo para descomponer las grasas, proteínas e hidratos de carbono de nuestros alimentos en nutrientes utilizables. Estas bacterias amigables, o probióticos, que viven en nuestros intestinos, tienen un impacto real en nuestra salud general.
Desafortunadamente, las dietas modernas de hoy en día son alimentos procesados, pasteurizados y básicamente alimentos "muertos". Lo que sucede cuando las personas comen una dieta rica en alimentos elaborados, alimentos "muertos", es que las bacterias dañinas ocupan el sistema digestivo, causando muchos problemas, no sólo en el sistema digestivo sino en todo el organismo. Muchas enfermedades comienzan en un medio insalubre en nuestras entrañas. Y esto empeora cuando tomamos antibióticos. Si bien los antibióticos matan a los patógenos dañinos, también matan a las bacterias saludables y benéficas de nuestro organismo.
Probiótico significa "para la vida" y los probióticos como el lactobacillus, plantarum y bifidis ayudan a las células a combatir la enfermedad, prevenir la diarrea y el estreñimiento, proteger la mucosa del intestino, ayudar a la digestión y proporcionan los nutrientes adecuados para tener células sanguíneas sanas.
Los probióticos también son responsables de la fabricación de vitaminas del grupo B y vitamina K en los intestinos, donde se absorben inmediatamente.
Los diminutos organismos que viven en nuestro sistema digestivo pueden tener un gran impacto en nuestra salud. Y lo que comemos determina el tipo de organismos que tenemos. Los alimentos poco saludables y procesados, azucarados o con almidón pueden hacer que las malas bacterias crezcan fuera de control, debilitando nuestros sistemas inmunológicos, y afectando nuestra capacidad de metabolizar y sintetizar las vitaminas y nutrientes.
Los intestinos funcionan también como una de las defensas inmunológicas más importantes. De hecho, 70-80 %, o de las células inmunes del cuerpo están presentes en los intestinos. Por supuesto, nuestro sistema inmunológico nos protege de peligrosos virus, bacterias y parásitos, pero también controla las respuestas a los alimentos y las alergias alimentarias.
El tracto intestinal es la más grande de interfaz entre el cuerpo y el ambiente externo, y en realidad contiene más área de superficie que la piel. Las señales de las células nerviosas, células endocrinas y células inmunes en el intestino afectan a los tejidos y órganos en todo el cuerpo. Hay cerca de mil millones de neuronas en el sistema nervioso intestinal.
En realidad, no es de extrañar entonces que la gente diga que tiene esa sensación en las entrañas ("corazonada»).
En este sistema complicado y altamente especializado, los organismos vivos tienen un poderoso efecto sobre nuestra salud. Estas bacterias beneficiosas luchan contra los organismos invasores peligrosos y potencialmente dañinos. Los probióticos regulan nuestras respuestas inmunes, y también suprimen la inflamación excesiva.
Pero demasiados antibióticos que matan todas las bacterias, buenas o malas, las toxinas en el medio ambiente y una mala dieta con alto contenido de azúcar y almidones rompe este delicado equilibrio. Y sí, también el envejecimiento puede destruir este equilibrio de bacterias benéficas.
Los cambios negativos en la flora intestinal pueden estar asociados con la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer, la enfermedad cardiovascular y el síndrome metabólico. Ahora se piensa que muchas reacciones alérgicas, el asma e incluso la obesidad están ligadas a desequilibrios en los intestinos.
Sin embargo, la buena noticia es que si agregamos los tipos adecuados de probióticos y bacterias buenas, podremos mantener o restablecer un equilibrio saludable en el tracto intestinal, mejorar la salud general del organismo y combatir el envejecimiento.
Por ejemplo, los niveles altos de bacterias benéficas, de hecho ayudan a bajar de peso, ya que las personas con sobrepeso tienden a tener niveles bajos del tipo correcto de bacterias. Esta exposición crónica a bacterias patógenas en los intestinos causa inflamación en todo el sistema y puede dar lugar al síndrome metabólico, que, como ya sabes, es el comienzo de la diabetes y enfermedades del corazón.
Los probióticos adecuados pueden ayudar a reducir la presión arterial, reducir el colesterol LDL y mejorar la sensibilidad a la insulina. Y, lo que es más importante, los probióticos tienen un papel muy importante en la prevención de los cánceres, tanto dentro como fuera del tracto intestinal, especialmente los cánceres de colon, hígado y vejiga.
Se ha descubierto que dos tipos de bacterias, Lactobacilos y Bifidobacterias son muy beneficiosas para la salud. Los estudios han demostrado que, efectivamente, pueden evitar que las bacterias potencialmente dañinas se adhieran a las paredes de nuestro sistema digestivo, ayudan a lograr el correcto equilibrio ácido-base de los intestinos, ayudan a la mucosa intestinal y la microflora intestinal y fortalecen el sistema inmune.
En dos estudios diferentes se demostró que los probióticos mejoran directamente la respuesta inmune del organismo. Un estudio demostró que la ingestión de probióticos durante apenas un corto tiempo causó un aumento significativo en la capacidad citotóxica de las células asesinas naturales. Y otro estudio de sujetos de cincuenta años que consumían a diario una bebida láctea con una cepa de lactobacilos encontró el mismo beneficio.
Estudio tras estudio han demostrado que los probióticos ayudan a mantener a la gente saludable, especialmente a la población que está envejeciendo. A medida que envejecemos, el sistema inmunológico se debilita y se empieza a deteriorar el sano equilibrio de bacterias y organismos en el sistema digestivo.
Aunque generalmente pensamos que los probióticos sólo son buenos para los intestinos, en realidad benefician al sistema digestivo completo, incluyendo la boca, la garganta, el estómago y el tracto vaginal.
Algunas maneras más en que los probióticos pueden ser benéficos para el organismo:
Los probióticos pueden prevenir las arrugas y darte una tez radiante al eliminar las toxinas y combatir los radicales libres que pueden dañar la piel y provocar señales prematuras de arrugas y flacidez. Y también te ayudan a digerir mejor los alimentos, así tu cuerpo absorbe más nutrientes.
Los probióticos pueden ayudarte a quemar mejor la grasa porque reducen los antojos de carbohidratos, azúcar y alcohol y te ayudan a tener más energía para estar más activo.
Los probióticos limpian el hígado, lo que se refleja en tu piel y ojos. Cuando evitas que las toxinas se acumulen en el hígado, tienes una piel más joven con menos manchas lunares y marcas, y tienes ojos brillantes y claros.
Los probióticos ayudan a que las uñas y el pelo crezcan más rápido y sean más fuertes, al nutrir los vasos sanguíneos que rodean los folículos del pelo. Una sangre saludable nutre el pelo, la piel y las uñas. Los probióticos también ayudan a descomponer las proteínas en la dieta que benefician el pelo y las uñas.
Aunque los probióticos se conocen desde hace mucho tiempo, apenas estamos empezando a entender la importancia de su papel en la lucha contra el envejecimiento, la conservación de la buena salud, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la lucha contra las enfermedades.
Hay cientos de productos con probióticos en alimentos, bebidas y suplementos. Los siguientes consejos pueden ayudarte a elegir un producto de alta calidad:
Asegúrate de que los probióticos sean cultivos vivos. Muchos yogures y otros productos alimenticios presumen contenido de probióticos, pero a menos que estén vivos, no producen ningún beneficio.
Fíjate en la cantidad de CFU en cada porción y elije el de la cifra más alta.
Fíjate en el tipo de bacteria que contiene. Las mejores y más conocidas son acidófolus, lactobacilos y bifido bacterias. Estas cepas también son muy benéficas: Lactobacillus rhamnosus GG, Streptococcus thermophilus, bifidobacterias, y Saccharomyces boulardii.
Si estás tomando suplementos, asegúrate de que el producto tenga un recubrimiento entérico, lo que significa que sobrevivirá en el ambiente ácido en el estómago para llegar al intestino delgado o grueso donde se necesita.
Y casi todos los probióticos mueren en un ambiente cálido o caliente, así que asegúrate de obtenerlos de una fuente confiable que mantenga sus productos lo suficientemente frescos para que sean viables.
Muchos probióticos no tienen ningún efecto secundario adverso, pero lee con atención las etiquetas y tómalos como se indica. Algunos probióticos pueden tener un fuerte efecto de «limpieza» en el sistema digestivo, especialmente si no estás acostumbrado
Alimentos Probióticos Saludables
Yogur - Evita los endulzados y muy procesados y elige en cambio los no endulzados, naturales y orgánicos. Y asegúrate de que la etiqueta diga «cultivos vivos».
Kefir- Un producto de leche cultivada que es útil para las personas con intolerancia a la lactosa. El Kefir contiene diferentes tipos de bacterias beneficiosas, más que el yogur hace, y también levaduras. El kefir contiene más cepas de bacterias que permanecen viables en el sistema digestivo, aumentando la probabilidad de colonizarse en el intestino.
ver aquí la receta:
Té Kombucha - Este té se hace a partir de un cultivo de bacterias simbióticas benéficas y levaduras que es popular en China desde dos mil años atrás. El té Kombucha contiene muchos aminoácidos importantes, vitaminas del grupo B y potentes sustancias que fortalecen el sistema inmunológico. También es conocida su efectividad contra muchos cánceres.
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Kimchi (también se escribe Kim Chee a veces) -Este condimento picante tradicional coreano se hace con col y otras verduras y se sazona con sal, ajo, jengibre y chile. Los vegetales fermentados son más fáciles de digerir y aumentan los niveles de vitaminas.
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Chucrut - Este platillo está hecho con col salada y fermentada con leche durante un periodo de semanas. Las bacterias saludables del chucrut producen enzimas beneficiosas, y además contiene sustancias antibióticas y anticancerígenas. Asegúrate de que sea fresco y no en lata, que probablemente esté «muerto» por el calor durante el enlatado.
ver aquí la receta:
ver aquí la receta:
http://saikurecetas.blogspot.com/2014/12/alimentos-fermentados-como-hacerlos-en.html
Tempeh-Otra forma saludable de frijoles de soya fermentados (en general, los frijoles de soya no son saludables, a menos que estén fermentados). Este alimento de soya es más fácil de digerir y proporciona muchas vitaminas y nutrientes, así como proteína, calcio y hierro. El moho que se forma por la fermentación produce un antibiótico natural que fortalece el sistema inmunológico.
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Umeboshi- Ciruelas encurtidas saladas, agrias, lactofermentadas de origen japonés. Es un alimento muy alcalino y ayuda a estimular el sistema digestivo, promoviendo la eliminación de toxinas. También tienen propiedades antibióticas naturales y son muy benéficas para la salud intestinal.
ver aquí la receta:
Pickles- Hay una gran variedad casi ilimitada de verduras lactofermentadas que puedes hacer usando sal, temperatura y un entorno controlado. La mayoría de los encurtidos comprados en la tienda, se hacen con vinagres y procesamiento de calor, lo que elimina las bacterias beneficiosas y enzimas que resultan de la fermentación natural - revisa la etiqueta si quieres encontrar encurtidos fermentados que en realidad son difíciles de conseguir.
ver aquí la receta:
A algunas personas no les gusta el saber de las bebidas fermentadas como el Kombucha, así que lo que les sugiero es mezclar el té Kombucha con té helado común para equilibrar el sabor. A mí me encanta el sabor de casi todas las marcas de Kombucha, y algunos de los nuevos sabores con jengibre (u otros) y en mi opinión, son realmente deliciosos.
Por Catherine Ebeling RN, BSN
y Mike Geary, Especialista Certificado en Nutrición
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