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VITAMINA C

La vitamina C duplica la efectividad de la quimioterapia y la radiación
Todos los días, más de 1 600 habitantes de los Estados Unidos mueren prematuramente de cáncer. Alrededor del mundo, unas 20 000 personas sucumben al cáncer cada día. Inicialmente, durante algún tiempo, la guerra contra el cáncer realizada por Richard Nixon, en los años '60s, y la promesa de los medicamentos enfocados al cáncer, proporcionaron una esperanza.

Desafortunadamente, ninguno de ellos ha logrado cumplir con las expectativas, y no han hecho nada para mejorar las tasas de mortalidad ocasionadas por el cáncer.

Durante el 2013, a nivel mundial se gastaron US$ 91 mil millones en tratamientos contra el cáncer. En 2014, no se aprobó ningún medicamento contra el cáncer que costara menos de US$ 100 000 para realizar un tratamiento.

Sin embargo, a pesar de sus exorbitantes costos, proporcionan pocos beneficios, en términos de supervivencia. Por ejemplo, Tarceva, aumenta el promedio de supervivencia de los pacientes que padecen cáncer de páncreas, en tan solo 10 días.

Mientras tanto, existen terapias de bajo costo, no reconocidas y disponibles, que podrían proporcionar un verdadero progreso.

Una de estas terapias es la de suministrar una elevada dosis de vitamina C. Otra, consiste en realizar una cetosis nutricional--y los oncólogos en Turquía han presentado pruebas que demuestran que combinar estas dos estrategias tiene la capacidad de "potenciar" los protocolos de quimioterapia convencionales, al hacer que sean increíblemente eficaces y mucho más seguros de impulsar.


Comentario: Sobre este tema recomendamos ampliamente ver el siguiente show de Radio SOTT:


La Vitamina C Mejora la Eficacia de la Quimioterapia y Radiación

La investigación ha demostrado que la vitamina C es selectivamente citotóxica para las células cancerígenas, cuando es administrada por vía intravenosa (IV) o liposómica, en altas dosis.

El mecanismo que se esconde tras la capacidad de la vitamina C para enfocarse selectivamente en las células cancerígenas está relacionado con la producción de peróxido de hidrógeno que, en última instancia, es lo que elimina a las células cancerígenas.1

Los tejidos normales permanecen ilesos ante los altos niveles de peróxido de hidrógeno producidos, debido a que las células que están saludables tienen diversas formas de eliminarlos, lo que de esta manera evita la acumulación de niveles tóxicos.2

Una de las principales vías de eliminación es través de la enzima catalasa, y las células son menor actividad de esta enzima—tal como las células cancerígenas---son más propensas a morir a causa de un exceso de especies reactivas del oxígeno y radicales libres secundarios, cuando son expuestas a altas cantidades de vitamina C.3,4,5

Además, la reciente investigación6 demuestra que administrar vitamina C en altas dosis en combinación con la quimioterapia y radiación, mejora significativamente la eficacia de estos tratamientos.

Las células cancerígenas tienen partículas de hierro inestables (también conocidas como moléculas de hierro de reducción-oxidación [o redox] activas), lo que las hace más vulnerables al daño oxidativo causado por tener altas dosis de vitamina C.

Cuando el hierro redox activo reacciona con la vitamina C, esto genera peróxido de hidrógeno y radicales libres asociados, que dañan el ADN de las células cancerígenas y las debilitan, lo que las vuelve más vulnerables a los efectos de la quimioterapia y radiación.

Como fue señalado por uno de los coautores del estudio, el Dr. Garry Buettner:7
"Este documento revela la fragilidad metabólica de las células cancerígenas, que se basa en su propia producción de agentes oxidantes, lo que nos permite utilizar compuestos redox activos, como la vitamina C, para sensibilizar a las células cancerígenas a la radioterapia y quimioterapia".
La Vitamina C Duplica la Tasa de Supervivencia en Pacientes con Cáncer Cerebral Tratados con Radiación

Para evaluar la seguridad de la vitamina C, 11 pacientes participantes que padecían glioblastoma (un tipo de cáncer cerebral altamente maligno y agresivo), recibieron un tratamiento de altas dosis de vitamina C IV, tres veces a la semana durante dos meses, mientras eran sometidos a radioterapia, seguido de dos infusiones semanales durante otros siete meses.

Como informó la revista Time:8
"[H]asta ahora, la mitad de las personas que participaron en el estudio han sobrevivido casi dos años después de iniciar el mismo. Por lo general, el promedio de supervivencia de la enfermedad es alrededor de un año.
En un estudio independiente--diseñado para obtener una temprana sensación de efectividad de la vitamina--los investigadores también probaron una elevada dosis de vitamina C en un grupo de 14 participantes que padecían cáncer de pulmón de células que no eran pequeñas.
Hasta el momento, el 93 % de las personas que recibieron infusiones de vitamina C han respondido a la quimioterapia y radiación, en comparación con un 40 % usual.
En un descubrimiento alentador, más del 30 % de las personas que recibieron vitamina C también mostraron señales de haber reducido el tamaño de sus tumores. Por lo general, tan solo entre el 15 y 19 % de las personas que reciben quimioterapia y radiación perciben a sus tumores cada vez más pequeños".
En la segunda fase del ensayo, los investigadores investigarán los efectos de la vitamina C en pacientes que padecen cáncer de pulmón en etapa 4, y otros tipos de cáncer agresivos.

Otras Formas en las que la Vitamina C Beneficia a Pacientes con Cáncer

Aparte de los mecanismos ya mencionados, la vitamina C también beneficia al cáncer al disminuir la inflamación.9,10,11

Como regla general, la inflamación crónica es una característica distintiva del cáncer, y la investigación demuestra que hacer un tratamiento con vitamina C por vía intravenosa disminuye la cantidad de citoquinas proinflamatorias y la proteína C-reactiva, y que estas mejorías se correlacionan con tener un tumor de menor tamaño.

Asimismo, esto reduce el riesgo de una metástasis. Un estudio realizado por un científico de la Clínica Riordan (el sucesor de Linus Pauling y de sus investigaciones sobre la vitamina C) observó una respuesta positiva en el 75 % de los pacientes.

Otra investigación12,13 realizada por científicos del Centro Médico de Lewis Cantley de Weill Cornel, en Nueva York, encontró que proporcionar elevadas dosis de vitamina C ayuda a matar y eliminar las células de cáncer colorrectal que tienen ciertas mutaciones genéticas.

Otros estudios14 han demostrado que proporcionar altas dosis de vitamina C podría ayudar a ralentizar el crecimiento de las células de cáncer de próstata, páncreas, hígado y de colon.

De igual manera, los estudios realizados en seres humanos demuestran que la vitamina C podría ayudar a mejorar el tratamiento y los síntomas asociados con el cáncer, tales como fatiga, náuseas, vómitos, dolor y pérdida del apetito, y mejorar la calidad de vida en general.

Si bien, los estudios anteriores y la mayoría de los protocolos utilizan la vitamina C intravenosa, hay una investigación convincente y pruebas clínicas anecdóticas que sustentan el uso de la vitamina C liposomal.

Esta podría ser tan eficaz, o incluso más, que la vitamina C IV; así como mucho más fácil y menos costosa de administrar. En lo personal, considero que todas las personas deberían tener vitamina C liposomal en su botiquín, y kit de viaje, ya que cuando es utilizada en dosis altas (como de 2 a 5 gramos, cada hora) podría aliviar la mayoría de las infecciones.

La Vitamina C y la Cetosis Nutricional es Una Combinación Acertada

Si bien, la investigación presentada, sin duda, es la elección adecuada, un centro oncológico en Turquía ha avanzado un paso más adelante, lo que demuestra que la vitamina C en combinación con la cetosis nutricional mejora la eficacia de la quimioterapia en un grado tal, que una dosis mínima podría ser utilizada para tratar aun los tipos de cáncer más agresivos y avanzados.

Hace poco entrevisté al Dr. Abdul Kadir Slocum, del Centro ChemoThermia de Oncología, en Turquía, sobre esta investigación. Si no pudo verla, le recomendaría que la viera tan pronto como le sea posible, ya que la terapia con soporte metabólico es verdaderamente innovadora, la cual da esperanza donde antes no había ninguna.

En resumen, la quimioterapia con soporte metabólico involucra aplicar quimioterapia junto con una variedad de intervenciones, para apoyar su eficacia. Esto incluye utilizar una alta dosis de vitamina C, dieta cetogénica, hipertermia, inhibidores glicolíticos y terapia de oxígeno hiperbárico, por nombrar tan solo algunos.

A todos los pacientes de oncología del centro se les prescribe una dieta cetogénica, que le produce estrés metabólico a las células cancerígenas.

Posteriormente, antes de administrar quimioterapia, el paciente hará un mínimo de 14 horas de ayuno (Slocum recomienda hacer ayuno tanto tiempo como le sea posible, pero es necesario que por lo menos lo haga durante 14 horas), lo que aumenta aún más el estrés metabólico de las células cancerígenas.

En este punto, por lo general, los pacientes tienen un nivel de glucosa en la sangre de aproximadamente 80 miligramos por decilitro (mg/dL).

Enseguida, aplican inhibidores glicolíticos para inhibir el proceso de glucólisis en las células cancerígenas, lo que crea una significativa cantidad de estrés metabólico, ya que las células cancerígenas ya no reciben glucosa, por lo que padecen inanición.

Luego, se aplica insulina para reducir los niveles de glucosa en la sangre, en unos 50 o 60 mg/dL, lo cual produce una leve hipoglucemia. En ese momento, cuando las células cancerígenas están sometidas a un esfuerzo máximo y se encuentran debilitadas, se suministra el medicamento de la quimioterapia.

Una ventaja adicional de este enfoque metabólico es que se podría utilizar eficazmente una dosis mucho más baja de quimioterapia, lo que reduciría el riesgo de efectos secundarios.

En los siguientes días a la quimioterapia, se aplica hipertermia y oxigenoterapia hiperbárica, además de una infusión diaria de terapias con inhibidores glicolíticos con dosis altas de vitamina C (50 gramos) y dimetilsulfóxido (DMSO).

La Quimioterapia con Apoyo Metabólico Aborda Exitosamente los Tipos de Cáncer Agresivos

Hace dos años, el equipo de oncología de Slocum publicó su primer artículo,15 que informaba una total respuesta del cáncer de recto en etapa 3.

El estándar de atención para el cáncer de recto y la única opción de sanación ha sido la cirugía o quimioterapia seguida de cirugía. En este caso, utilizaron quimioterapia, radioterapia e hipertermia con apoyo metabólico; y no fue necesario realizar ninguna cirugía.

Su segundo artículo,16 publicado en enero del año pasado, consistió en una serie de casos de 33 pacientes que padecían cáncer de páncreas en etapa 3 y 4--uno de los tipos de cáncer más agresivos y mortales que se conocen.

Cuando comenzó el tratamiento, el 81 % de los pacientes participantes padecían la enfermedad en etapa 4, y además, muchos de ellos tenían metástasis hepática a gran escala. La esperanza de vida general de una persona que padece cáncer de páncreas en etapa 4, es de 6 a 10 meses.

Una vez que hay una metástasis hepática a gran escala, la mayoría de ellos fallece en cuestión de semanas o meses.

El centro los trató con un protocolo estándar convencional a través de una quimioterapia aplicada de forma metabólica (que incluía a la dieta cetogénica, ayuno antes de administrar la quimioterapia, dosis alta de vitamina C, hipertermia, oxigenoterapia hiperbárica, suplementos e inhibidores de glucólisis).

El promedio de supervivencia esperado, en el caso del protocolo de quimioterapia convencional, tan solo es entre 6 y 11 meses, en función del medicamento utilizado. Pero, cuando es administrado en combinación con otros apoyos metabólicos, el promedio de supervivencia aumentó hasta 20 meses, y ¡más del 50 % de los pacientes aún están vivos!

La Cetosis Nutricional Parece Ser un Componente Clave del Éxito del Tratamiento Contra el Cáncer

Al parecer la clave de la abrumadora tasa de éxito lograda por el Centro ChemoThermia de Oncología es realizar una cetosis nutricional y ayuno durante un mínimo de 14 horas, antes de hacer el tratamiento de quimioterapia.

Un sin número de diferentes investigadores han verificado la notable capacidad de la dieta cetogénica para prevenir y suprimir el cáncer, y cuando es combinada junto con el ayuno y altas dosis de vitamina C, terminan creando un ambiente muy hostil para las células cancerígenas.

Mi nuevo libro, "Fat for Fuel" (Grasas como Combustible)—que ha sido revisado por más de dos docenas de colegas expertos, médicos y científicos--detalla cómo implementar la cetosis nutricional para tener una salud óptima y prevenir enfermedades.

Además de la información presentada en "Fat for Fuel", también encontrará mucho soporte colaborativo, incluyendo a una serie de videos gratuitos, de nueve horas de duración, que esperamos presentar a principios de mayo.

De igual manera, Miriam Kalamian está desarrollando un curso de certificación para suscribirse a través del Colegio Americano de Nutrición.

Esta certificación le enseñará a cualquier clínico cualificado—principalmente, a los nutricionistas clínicos certificados, pero también a los médicos--cómo implementar la cetosis nutricional de forma práctica. Eventualmente, espero que surja todo un virtual ejército de médicos disponibles para ayudar a los pacientes, que utilicen este tipo de protocolo.

Esperemos que, en ese momento, finalmente empecemos a producir una diferencia para minimizar las estadísticas de cáncer.

Un aspecto importante, que a menudo pasa desapercibido en la cetosis nutricional son "los ciclos de festines e inanición". Esto significa, que realmente no debe realizar una cetosis indefinidamente.

En realidad, la verdadera magia sucede durante la fase de realimentación, por lo que debe aumentar su consumo de carbohidratos y proteínas durante uno o dos días a la semana, y luego volver a hacer la cetosis nutricional.

El Centro ChemoThermia de Oncología realiza este tipo de ciclos, aunque lo hace en condiciones mucho más estrictas. Cuando se trata de un cáncer de etapa avanzada, no se puede interrumpir la cetosis tan frecuentemente.

Sin embargo, en los días en que los pacientes reciben la quimioterapia—lo cual ocurre una vez cada dos o tres semanas--se les permite consumir tanta cantidad de carbohidratos como deseen.

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Fuentes y Referencias

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