DROGAS .TOLERANCIA CERO 8

Drogas, Tolerancia Cero/ Nota 8 Información, educación y prevención, tres variables que inciden en el presente y en el futuro

Por Omar Romano Sforza y María Eugenia PlanoImagen: Marc van der AaO4 de diciembre 2012.En la actualidad el flagelo de las drogas en la Argentina atraviesa a todas las generaciones pero, sus principales víctimas son los niños y adolescentes entre 13 y 17 años.La prevención es proyectar a largo plazo, es abordar el presente con responsabilidad y en el caso específico de la adicción a las drogas es salvar vidas. La preservación de la integridad física y mental no sólo se aplicaría a los un potenciales adictos o consumidores, sino también sobre todos los individuos de una sociedad que se encuentra bajo el inminente peligro de las personas que bajo los efectos de los estupefacientes han perdido toda noción entre el bien y el mal. En este contexto, la relación entre el aumento de la violencia, la delincuencia y la inseguridad en el país de hoy se debe en gran parte al incremento del consumo y adicción a las sustancias ilegales.DROGAS E INSEGURIDADUna investigación realizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero y el Observatorio Argentino de Drogas, dependiente del SEDRONAR informó que el 28.1% de los presos de las cárceles argentinas admitió haber cometido delitos asociados al consumo de alcohol y diversos tipos de drogas, o una combinación de las mismas. En total se realizaron 2.988 entrevistas a distintos detenidos que se encuentran cumpliendo una condena en las 73 cárceles provinciales y fueron los mismos internos quienes reconocieron una clara relación entre el consumo de sustancias ilegales y la inseguridad. Una de las conclusiones que estableció el estudio fue que el 20% de los detenidos estuvo drogado o alcoholizado al momento de cometer el delito y un 10% transgrede la ley con el fin de obtener dinero para comprar drogas.Es decir, a nivel judicial las sustancias ilegales no sólo son protagonistas de un delito en si mismo. El tráfico, la comercialización, la producción y el consumo no son las únicas variables asociadas a la ilegalidad. En los últimos diez años, el uso de estupefacientes se convirtió en uno de los principales factores del incremento de delitos como lesiones, robos, secuestros y asesinatos.La droga es la “motivación” para salir a delinquir o bien es el elemento que los delincuentes encuentran para “tomar coraje” y transgredir la ley, sin inhibiciones, ni medir consecuencia alguna sobre sus actos. VULNERABLESLa encuesta realizada en las cárceles nacionales coincide con la visión brindada a nivel social. Un estudio realizado por Rosendo Fraga arrojó como resultado que el 14% de los argentinos considera que el aumento de la inseguridad se relaciona de forma directa con el incremento en el consumo de drogas.La investigación confirma además que las principales víctimas de la inseguridad son los más pobres, que se encuentran expuestos de forma permanente a las bandas de narcotraficantes locales y a un alto índice de adictos y consumidores de estupefacientes ilegales que delinquen tanto en los límites de su lugar de residencia como fuera de él. Organizaciones No Gubernamentales y agrupaciones emblemas en la prevención como el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia y la Red de Madres Contra el Paco y por la Vida, han denunciado de forma pública y en innumerables ocasiones que en las villas de emergencia el tráfico y la venta de sustancias ilegales se realiza a la luz del día, sin disimulo y sin control. A modo de “zona liberada” los traficantes y adictos no se esconden detrás de su ilegalidad. El delito es visible y tangible.SIN MORALAdemás de la cocaína, el paco es el estupefaciente que no sólo lidera los índices de consumo en los barrios más pobres de la Argentina, en diez años su tasa de adicción creció en un 500%, sino que además, es el mayor responsable en provocar los efectos que conllevan el ejercicio de la delincuencia en todos los niveles imaginables.Al eliminar a nivel neurológico toda concepción moral, el adicto ya no distingue la diferencia entre el bien y el mal. Además, el consumo de pasta base es extremadamente adictivo su efecto dura entre 2 y 5 minutos y se estima que un adicto al paco puede fumar diariamente de 10 a 15 cigarrillos. Sólo en Argentina se consumen unas 400.000 dosis por día.El descomunal crecimiento de la adicción al paco creció al compás del aumento de los índices de inseguridad, y ambos datos no se registran de forma aislada o aleatoria. Los adictos al paco han adoptado conductas delictivas para poder comprar más dosis o bien se han incorporado como “soldados” de las bandas locales en el tráfico de drogas.Frente a este contexto de vulnerabilidad social en torno al crecimiento del consumo y la adicción a las drogas y su relación estrecha con los índices de inseguridad, las máximas protagonistas a la hora de enfrentar y tomar acciones concretas en torno al fenómeno son las “Madres del Paco”.DENUNCIAR Y PREVENIRSu motivación fue el dolor de ver frente a sus ojos como sus hijos o aquellos niños que habían visto crecer en su barrio día a día morían víctimas de la adicción, eran asesinados o detenidos por cometer todo tipo de delitos bajo los efectos de las drogas.Sumaron fuerzas, convirtieron cada una de sus historias de vida en una causa colectiva. En el 2007, 150 madres se unieron para crear la Red de Madres contra el Paco y por la Vida y su principal objetivo no sólo fue salvar la vida de sus hijos. Ellas hicieron propia la función del Estado, la policía y la justicia. Se hicieron una pregunta muy simple, “¿por qué si nosotras sabemos dónde se vende y quien comercializa las drogas en el barrio nadie hace nada?”. Un centenar de madres recorrieron los barrios de la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires enfrentando cara a cara a los narcotraficantes, denunciándolos a la justicia y visibilizando a los principales responsables del comercio de la muerte.Su coraje tuvo consecuencias, ellas fueron quienes pusieron un poco de luz ante tanta oscuridad e impunidad. Los traficantes quedaron expuestos, 150 mujeres se hicieron escuchar con el cuerpo y el alma. Uno de los casos más relevantes, en su accionar, fue la detención del narcotraficante Isidro Ramírez quien finalmente fue condenado a 8 años de prisión por comercialización de estupefacientes agravado por la utilización de menores de edad y tenencia ilegal de armas de guerra. Su lucha no ha culminado, y ellas hoy junto al Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia son quienes encabezan la prevención y la lucha contra las drogas en el país.La inseguridad y el consumo y adicción de sustancias ilegales es una relación permanente y complementaria que en los últimos diez años aumentó de manera paralela.Las drogas afectan la integridad física y mental no sólo para quien las consume sino que toda la sociedad se convierte en una víctima potencial de los efectos de los consumidores o adictos. Son los propios delincuentes o detenidos quienes confiesan su inclinación a utilizar drogas para poder delinquir y quizá ya existan demasiadas verdades para tanto silencio. www.vidapositiva.com