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Por Omar Romano Sforza y María Eugenia PlanoImagen de los autores | A. Rocamora07 de diciembre 2012.Las drogas alienan, enferman, matan. Los efectos en el uso y abuso de estupefacientes no son subjetivos, todos los estudios científicos sobre el tema han corroborado su carácter letal o bien, sumamente perjudicial a nivel neurológico y fisiológico. LA DROGA MATA INOCENTESNo es una percepción, el consumo de sustancias ilegales posee consecuencias irreversibles. No hay vuelta atrás. La adicción a las drogas se presenta como una de las principales causas de muerte entre los más jóvenes. Fallecen por sobredosis, por conducir bajo el efecto de los estupefacientes y en los últimos años a causa de la inseguridad. Es decir, el incremento del consumo de sustancias ilegales aumentó los índices de inseguridad en la Argentina, y son los propios delincuentes quienes mueren o matan por una dosis.Entonces, ¿debería existir algún tipo de permeabilidad ante el consumo? ¿Cuáles serían los beneficios de la libre circulación de drogas? ¿Bajarían los índices de adicción? ¿Quién gana con la despenalización?EL “BUEN” MARKETING DE LA DROGA, CON APOYO DE VARIOS…En el último año América Latina fue protagonista del tema drogas. El incremento del consumo fue su realidad en el 2012, la mayoría de los países de la región aumentaron sus índices y en el caso específico de Argentina, la tasa de consumidores de cocaína es la más alta de Latinoamérica. Las estadísticas develaron la ausencia de campañas preventivas efectivas, pero otro fenómeno se suma a su realidad: la permisividad estatal, judicial y social al tema drogas.A nivel gubernamental América Latina ha exhibido durante el 2012 su intención de despenalizar el consumo de marihuana. La subestimación del cannabis como un tipo de droga perjudicial en sí mismo y además, como una puerta de entrada a otro tipo de estupefacientes es una peligrosa tendencia no sólo a nivel regional sino a nivel mundial.FUNCIONARIOS A FAVOR DE LA DROGALa posición de los primeros mandatarios latinoamericanos no difiere demasiado de la conducta social en torno al tema. En el caso específico de la Argentina, el 20% de los jóvenes de entre 13 y 18 años fuma marihuana. Es decir, dos de cada diez adolescentes lo ha incorporado como un hábito. Pero la naturalización de la problemática no es un fenómeno propio de la cultura juvenil. El 44% de los argentinos creen que el cannabis es “inofensivo” y no comporta ningún riesgo para la salud. La marihuana goza hoy de un extraño status. EL CINE Y LA TV HACEN LO SUYOTan peligroso como fuera de toda realidad, es un tipo de droga celebrada, subestimada en sus efectos y hasta reivindicada por los medios de comunicación y la industria del entretenimiento. El programa de mayor audiencia en el país, “Graduados”, emitido bajo el horario de protección al menor, exhibe a sus protagonistas fumando marihuana como un acto cotidiano. Es decir, fuman todos los días para divertirse, relajarse o simplemente “porque tienen ganas”. Él ciclo de tevé argentino es sólo una de los símbolos de la cutinización y valoración social de la marihuana aunque no es el único tipo de droga que goza de buen marketing. La cocaína, siendo junto al Paco, el estupefaciente que mayor cantidad de muertes provoca también es naturalizada como un hábito propio de nuestro tiempo. “MODELOS” DE ADICCIONUn caso emblemático en este sentido es el de Kate Moss, la modelo británica que en el 2008 fue descubierta inhalando cocaína junto a su pareja de entonces el músico Pete Doherty. Lejos de la reprobación social o la formulación de una sanción o advertencia por parte de la industria de la moda, la manequin incrementó su número de contratos y revistas internacionales como Vogue o Elle la contratan permanentemente como figura de portada ya que desde aquel acontecimiento se convirtió en la figura que más tapas vende. Kate Moss fue además la modelo que impuso a nivel mundial durante la década del ’90 un parámetro de mujer extremadamente flaca y andrógina, cuando Calvin Klein la contrató como su imagen de campaña en 1994. Desde entonces y hasta el día de hoy es la figura más exitosa del mundo de la moda. Sus trastornos alimenticios y su adicción a las drogas en lugar de ser factores negativos para su carrera, la convirtieron en una de las mujeres más redituables de la industria. Toda una paradoja de nuestro tiempo.AMY WINEHOUSE, CONSECUENCIA Y MUERTE Pero, ¿cuál es la contra cara de esta tendencia? Sin dudas, es la muerte o la enfermedad. Si de emblemas del mundo del espectáculo se trata la cuestión existen otros ejemplos, aquellos a los cuáles la droga no les llenó los bolsillos sino les provocó la muerte. Él pasado 23 de junio de 2011, la cantante Amy Winehouse moría a los 27 años en su casa de Londres tras una sobredosis de alcohol y drogas. Su adicción era constante y visible, fue detenida en varias oportunidades por tenencia de cocaína y ha inhalado este tipo de droga en el escenario a la vista de todo su público presente y los medios que reprodujeron esta imagen. La reacción de sus fans era celebrar o legitimar el hecho como parte de la legendaria cultura del “rock n´ roll”, que desde los años ’60 celebra la autodestrucción como un símbolo propio del status rockero. El saldo no fue el glamour o el incremento del talento. Al igual que Jimmy Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain, Amy murió a causa de sus adicciones. Esta es la contra cara de la valoración social de las drogas, personas jóvenes, talentosas y perdidas en una adicción sólo culminó con la muerte. EL “STATUS” DE LA MUERTEEl buen marketing que goza el consumo y abuso de estupefacientes sin dudas es una puerta de entrada a la adicción para millones de jóvenes que no sólo no advierten el peligro sino que hasta pueden llegar a considerar que las drogas les aportan “status” entre sus pares ya que la industria de la moda, el cine, la música y la televisión no sólo no sanciona o previene la adicción sino que en muchos casos la premia o la reivindica.EL “FACTOR “GOBIERNOS Y LA DESPENALIZACIONA nivel social la droga está ganando status, aceptación y valoración. Bajo esta tendencia, ¿cuál debería ser la acción y la reacción del Estado? Sin dudas, el Gobierno tiene como función intrínseca resguardar, asegurar y promover la salud de la población. La drogadicción es una problemática que abarca diversas áreas que impactan de manera negativa en la sociedad. La producción, el tráfico y la comercialización no son las únicas. El uso y abuso de drogas es una cuestión que hoy está afectando a nivel masivo la salud de la población. La ausencia de campañas de prevención y el bajo índice de recuperación en los centros gubernamentales abocados al tema, sólo el 3% de los adictos terminan su tratamiento, develan a un Estado ausente.EL NEGOCIO ASESINOQuizá lo más paradójico o simbólico de la cuestión sea que los gobiernos latinoamericanos sólo sean noticia en el abordaje de las drogas por su intención de despenalización. En la Argentina la Corte Suprema decidió que la posesión de pequeñas cantidades de marihuana destinadas al uso personal y que no representen un riesgo para terceros no es delito. La decisión argentina forma parte de una tendencia presente en toda la región. Si bien la despenalización todavía no es una realidad, paulatinamente, la tolerancia al consumo es acompañada por las decisiones a nivel gubernamental y judicial. En Méjico es legal portar 500 miligramos de cocaína, 50 miligramos de heroína, 40 miligramos de anfetamina o cinco gramos de marihuana para consumo personal. Pero el caso más representativo de la región es el de Uruguay, en donde su presidente José Mújica presentó al Parlamento en agosto pasado un proyecto de ley para legalizar la producción y venta de la marihuana, con el fin de hacer frente al narcotráfico. Es decir, el mismo Estado se encargaría de la producción y la comercialización de cannabis a modo de negocio. NO HAY DROGAS INOFENSIVASEn el medio del debate por la despenalización queda en la superficie una certeza que el siglo XXI convirtió en una refutación: la marihuana no es inofensiva. El poder de la promoción sobre las “virtudes” del cannabis, a cargo de los medios y hasta del propio Estados que parecería a través de sus intenciones explícitas de legitimar el consumo, instalar la idea de sus exclusivos beneficios y su inexistencia de perjuicios.¿MARIHUANA INOFENSIVA?:• Un estudio realizado durante el 2012 en Nueva Zelanda y publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) reveló que su consumo impacta de forma directa en la disminución de la inteligencia y afecta la atención y la memoria, y sus daños son irreversibles• Desarrolla cuadros de ansiedad, psicosis y depresión• El 33% de las personas que han fumado cannabis han sufrido cuadros de ataque de pánico por primera vez 48 hs después del acto, independientemente si se continúa o no con el uso de este tipo de droga.• Quienes la consumen quintuplican las posibilidades de padecer depresión y ansiedad.• Además, poseen entre 25% y un 40% más de probabilidades de contraer trastornos del tipo psicótico, siendo el cannabis la única causa del desarrollo de este tipo de patología en individuos que se encontraban sanos• Provoca fuertes cambios en la función neurológica e incide cómo factor desencadenante de Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) y el desarrollo de enfermedades del corazónTOLERANCIA CERO Lejos de “no pasar nada” las consecuencias de ser consumidor o adicto a la marihuana pueden ser irreversibles. La actitud gubernamental y judicial en Latinoamérica es la de la indiferencia. La permisividad no es más que una forma de negligencia e indolencia ante una población joven que día a día se enferma o muere a causa de las drogas. La inexistencia campañas preventivas, la ausencia de centros idóneos para el tratamientos de las adicciones, la inoperancia en la penalización y castigo para los narcotraficantes de gran escala y para los vendedores de poca o mucha monta pone en evidencia la indiferencia gubernamental. Tolerancia cero es cuidar y proteger a la población sobre los potenciales peligros letales de la adicción del siglo XXI. Desestimar los efectos de las drogas genera mayor consumo, y la prueba de ello es el presente, nunca antes hubo tantos adictos a las sustancias ilegales como en este momento histórico. Informar, prevenir, advertir y nunca valorar ningún tipo de droga, ya que ellas son el símbolo de la muerte, la enfermedad y la alienación de millones de personas en el mundo que hoy son esclavas de una mercancía que vale más que su propia vida.En síntesis: Para los enfermos apoyo médico, para los traficantes la cárcel. |
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