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10 de abril 2013.Además de la ayuda del orden económico, es de extrema importancia contener emocionalmente a los grupos más vulnerables. Sin dudas, los niños son la prioridad y hoy tras las enormes pérdidas que han sufrido necesitan respuestas y sobre, todo un acompañamiento permanente por parte de los adultos. Con el fin de establecer un plan de acción destinado a los niños que fueron víctimas de las inundaciones UNICEF Argentina, lanzó un plan con una serie de recomendaciones que guiarán los padres o cuidadores de los chicos para contenerlos emocionalmente. “Ante la pérdida de un ser querido, de la casa u objetos preciados, los chicos vivirán un duelo. La tarea de los adultos en este proceso es acompañarlos y darles el tiempo para recuperarse: ayuda ponerse en el lugar de ellos”, explicó el representante de UNICEF Argentina, Andrés Franco. a través de un comunicado de prensa. Es decir, es importante que los niños puedan poner en palabras sus miedos y el dolor que se encuentran atravesando. UNICEF advirtió que los chicos son especialmente vulnerables ante este tipo de catástrofes y la metodología de abordaje del duelo es crucial para contenerlos en el presente y prevenir traumas en el futuro.El soporte emocional debe encontrarse a cargo de los padres o cuidadores de los niños y también, por profesionales de la psicología. Con respecto al rol de la familia, UNICEF recomienda mantener la calma ya que “los chicos son grandes receptores del estado de ánimo de los adultos que los cuidan y se sentirán de la misma manera en la que perciben que se sienten sus mayores”.Durante la infancia, los adultos son los máximos referentes de los niños y por lo tanto, es fundamental exhibir seguridad emocional y sobre todo saber escuchar y comunicarse.• Comunicar y contener Si bien, es importante tener en cuenta que en una primera etapa los niños tendrán dificultades para expresar claramente sus sentimientos frente a la tragedia, existen otros métodos para comunicarse con ellos. Franco, advierte que es importante tener “mucha paciencia” y ayudarlos a expresarse a través del diálogo, los juegos y los dibujos. A partir de las distintas interacciones establecidas con los chicos, ellos podrán manifestar sus pensamientos y sentimientos, y es muy importante escuchar sus palabras y escucharlos con atención, contención y no enviar mensajes contradictorios.UNICEF establece que un punto clave es “no mentirles y darles una explicación real y simple de lo ocurrido“. La organización además recomienda incorporar a los niños a actividades solidarias con el fin de resignificar la tragedia en ayuda al prójimo. Por ejemplo, reunir ropa, alimentos, juguetes o alimentos no perecederos es una misión que los chicos pueden llevar a la práctica. Con respecto a la escolarización, UNICEF recomienda retomar las clases lo más pronto posible y brindar las rutinas que los niños tenían antes de la inundación, como los espacios de juego y actividad física.• Síntomas y abordajes En el tránsito del duelo, los adultos deberán abordar diversas consecuencias típicas que este tipo de acontecimientos provocan en los niños como pesadillas, dificultades para dormir, miedos y un mayor apego a la familia. En estos casos la recomendación es estar presentes, calmarlos y brindar explicaciones claras. Por ejemplo, si los padres deben ausentarse explicarles dónde van, a qué hora regresarán, ser puntuales en la hora acordada y dejarlos en compañía de alguien en quien los chicos confíen. Otro de los síntomas frecuentes en este tipo de traumas durante la infancia es la alteración o dificultad en la concentración que se exhibe en conductas tales como no querer ir a la escuela u olvidarse las tareas de la rutina diaria. El consejo en estos casos es no enojarse con los niños sino explicarles la importancia de ir a la esuela y ayudarlos a hacer sus tareas, estudiar y a recordar cómo incorporar paulatinamente los hábitos previos a la inundación.En casos de emergencias, también es frecuente que los niños padezcan cuadros de enojo o irritabilidad, sobresalto frente a los ruidos, sentimientos de culpa o llanto sin motivo aparente. “La sugerencia frente a estos cuadros es evitar el castigo y reforzar la contención. Si los chicos mantienen o agravan este tipo de comportamientos -que deberían disminuir con el pasar de las semanas-, es importante solicitar ayuda a algún especialista de la red de salud“ explica UNICEF. La organización destacó además que es importante que los adultos también encuentren algún espacio de contención a través de sus familiares o amigos o, si es necesario recurran a ayuda profesional. “Si sienten angustia, lo recomendable es que busquen apoyo en sus pares -sin involucrar a los chicos- y pidan ayuda especializada si estas emociones no pasan después de un mes de ocurrida la emergencia”, recomienda UNICEF.Acompañar, escuchar y contener, tres acciones que ayudarán a los niños a transitar y resolver su duelo.
Eugenia Plano | www.vidapositiva.com |
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