COMO SUPRAR EL DUELO DE UNA PERDIDA--otramedicina
Perder a un familiar, amigo o pareja comprende una situación triste para cualquier persona. Pero en ocasiones, esta situación puede revestir una cierta gravedad para la salud mental y emocional de la quien ha sufrido la pérdida. Por esta razón, si bien el duelo es una etapa necesaria y normal, debemos saber cómo superarlo.
El dolor emocional que uno siente cuando alguien cercano muere es algo normal, aunque también se habla de duelo cuando se pierden otras cosas -muerte de una mascota, enfermedad de un ser querido, ruptura amorosa, pérdida de una amistad-.
El dolor tiene diferentes intensidades y es parte de nuestra vida: debemos saber que podemos sentir dolor por cosas muy simples, y si bien no hay una forma correcta o incorrecta de sentir dolor, hay algunos parámetros para saber si nuestro comportamiento frente a la pérdida es saludable.
El duelo es un proceso, por lo tanto nos llevará un tiempo al cabo del cual iremos mejorando gradualmente. Semanas, meses o incluso años pueden durar algunos duelos.
¿Por qué sentimos dolor?
El dolor emocional que uno siente cuando alguien cercano muere es algo normal, aunque también se habla de duelo cuando se pierden otras cosas -muerte de una mascota, enfermedad de un ser querido, ruptura amorosa, pérdida de una amistad-.
El dolor tiene diferentes intensidades y es parte de nuestra vida: debemos saber que podemos sentir dolor por cosas muy simples, y si bien no hay una forma correcta o incorrecta de sentir dolor, hay algunos parámetros para saber si nuestro comportamiento frente a la pérdida es saludable.
El duelo es un proceso, por lo tanto nos llevará un tiempo al cabo del cual iremos mejorando gradualmente. Semanas, meses o incluso años pueden durar algunos duelos.
Síntomas del dolor
- Incredulidad: muchas personas no logran aceptar que las cosas sucedieron y siguen esperando que los eventos se desarrollen de otra forma.
- Tristeza: el síntoma más universal del dolor, puede expresarse de diferentes formas.
- Culpa: la persona puede sentir culpabilidad por no haber hecho determinadas cosas, por ejemplo, si ha muerto un familiar cercano, no haber tomado otras medidas médicas.
- Ira: aunque la pérdida no haya sido culpa de nadie, uno puede tener un resentimiento hacia uno mismo, Dios, los demás.
- Miedo: impotencia, inseguridad, ansiedad, son algunos de los cuadros que se manifiestan tras una pérdida.
- Síntomas físicos: no debemos olvidarnos que lo que pasa en nuestra mente repercute en nuestro cuerpo, en forma de cambios de peso, insomnio, falta de energía, entre otros.
¿Qué hacer durante el duelo?
Muchas personas intentan esconder el dolor, pensando que si se ignora simplemente desaparecerá. Esto es falso, debemos saber qué nos pasa, por qué estamos tristes, desahogarnos de diferentes maneras; de otra forma, el dolor permanecerá cubierto, pero aflorará tarde o temprano.
No debemos intentar hacernos los fuertes ante el dolor, es normal tener sentimientos de tristeza, soledad, indefensión, y no tenemos la obligación moral de proteger a otros sin preocuparnos de nosotros. Podemos buscar el apoyo en otras personas que queramos, no debemos ser orgullosos e intentar evitar a todos aquellos que se preocupan por nosotros.
Si tenemos creencias religiosas, llevar a cabo los rituales de duelo de nuestra religión pueden darnos un poco de paz y ayudarnos en el proceso.
Buscar ayuda profesional si lo consideramos necesario puede ser otra buena opción. No podemos olvidar que los terapeutas o psicólogos están preparados para guiarnos al centro neurálgico del dolor, y poder así ir atravesando nuestro duelo.
Es importante que, sea cual sea la manera de vivir nuestro duelo, no temamos expresar nuestras emociones y sentimientos siempre que lo creamos necesario.
También podemos tomar el duelo como una montaña rusa con altos y bajos de dolor y estabilidad, en el que los bajos -períodos de dolor- serán cada vez más cortos y espaciados en el tiempo.
No hay una forma correcta de superar el duelo, sino que cada persona es un mundo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que determinadas acciones no resultan saludables ni a nuestro cuerpo ni a nuestra mente.
No debemos intentar hacernos los fuertes ante el dolor, es normal tener sentimientos de tristeza, soledad, indefensión, y no tenemos la obligación moral de proteger a otros sin preocuparnos de nosotros. Podemos buscar el apoyo en otras personas que queramos, no debemos ser orgullosos e intentar evitar a todos aquellos que se preocupan por nosotros.
Si tenemos creencias religiosas, llevar a cabo los rituales de duelo de nuestra religión pueden darnos un poco de paz y ayudarnos en el proceso.
Buscar ayuda profesional si lo consideramos necesario puede ser otra buena opción. No podemos olvidar que los terapeutas o psicólogos están preparados para guiarnos al centro neurálgico del dolor, y poder así ir atravesando nuestro duelo.
Es importante que, sea cual sea la manera de vivir nuestro duelo, no temamos expresar nuestras emociones y sentimientos siempre que lo creamos necesario.
Las etapas del duelo
Hoy en día se reconocen cinco etapas esenciales del duelo:
- La negación
- La ira
- La negociación
- La depresión
- La aceptación
También podemos tomar el duelo como una montaña rusa con altos y bajos de dolor y estabilidad, en el que los bajos -períodos de dolor- serán cada vez más cortos y espaciados en el tiempo.
No hay una forma correcta de superar el duelo, sino que cada persona es un mundo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que determinadas acciones no resultan saludables ni a nuestro cuerpo ni a nuestra mente.
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